¿La vuelta al cole afecta a nuestro perro?
Durante el verano todos tenemos tendencia a relajarnos, incluyendo nuestras mascotas. Somos flexibles en cuanto a sus rutinas, nos ablandamos en algunas normas, etc…; en definitiva los consentimos más. Sin embargo, esto puede suponer un problema al regreso a la rutina de invierno ya que a tu compañero o compañera le puede costar recuperar los buenos y saludables hábitos.
Es por este motivo que debemos introducir algunos cambios antes de volver a nuestros horarios de trabajo o estudio habituales para evitar que nuestros amigos de cuatro patas entren en un estado de depresión o sufran el síndrome de ansiedad por separación cuando los dejemos solos en casa.
El síndrome de ansiedad por separación afecta a un 20% de la población canina y se caracteriza por que los perros afectados sufren un cambio en su conducta cuando se encuentran solos en casa: comportamiento destructivo, micciones y defecaciones incontroladas, nerviosismo excesivo, ladridos y lloriqueos, intentos de escapar…etc.
Nunca se le debe castigar por lo que haya hecho en nuestra ausencia, dado que no son capaces de asociar los castigos con la acción realizada, actuando así sólo conseguiremos desorientarlo.
Debemos tener claro que cada perro es diferente afectándole de manera distinta, algunos toleran las salidas regulares, pero no aceptan las salidas imprevistas. Otros sufren cuando se quedan solos y otros cuando se marcha el dueño, aunque haya más gente en casa. En muchos casos la conducta inapropiada sólo aparece tras un cambio de horario. Por ejemplo, si el perro está acostumbrado a que volvamos del trabajo sobre las 20:30 y nos retrasamos por un imprevisto, el perro podría empezar a sentir pánico a partir de ese momento.
En el caso de la depresión tienen generalmente los mismos síntomas que el ser humano, permanecen muchos tiempos inactivos, gimotean o se muestran apáticos.
Para evitar que la vuelta al cole produzca este tipo de desórdenes deberemos seguir algunos pasos, como podría ser en primer lugar establecer una rutina que permita a nuestro perro conocer nuestros hábitos, lo que le ayudará a sentirse seguro y relajado, evitando sentimientos de incertidumbre.
En segundo lugar es importante hacer ejercicio de manera rutinaria ya que los paseos conseguirán en ellos un gasto importante de energía haciendo que al llegar a casa esté tranquilo y relajado, y de paso dan lugar a un momento de convivencia entre nosotros y nuestra mascota. Para conseguir un mayor efecto le podemos dar algún juguete a la vuelta.
A nuestra partida se recomienda irnos sin despedirnos ya que así nuestros pequeños no lo asocian a una partida larga; si no podemos hacer eso sin sentirnos culpables mejor despedirnos mucho antes de que nos vayamos. Siendo necesario que en el momento que salgamos por la puerta nuestra actitud sea calmada y firme, para que nuestro amigo sepa que todo va bien.
Por último debemos acostumbrarlo, previendo el inicio del período en el que empezaremos a dejarlo solo, en intervalos de tiempos graduales, recordando que debemos ir incrementando el tiempo progresivamente (5min, 10min, 20min…) y una vez empecemos este procedimiento no podremos saltar de golpe a un período de muchas horas de una vez, ya que echaría por tierra todo el trabajo realizado hasta el momento.
Si los niños han sido sus grandes compañeros de verano, podemos dejar alguna prenda de ropa a nuestro animal para que se sienta seguro y tenga un olor conocido cerca, o un juguete con el que hayan jugado juntos y que también tendrá su olor, evitándole el sentimiento de soledad.
En conclusión, la vuelta a nuestros horarios habituales después de verano y a nuestras rutinas, puede suponer un cambio más importante del que imaginamos en nuestras mascotas, lo cual con la ayuda de algunos consejos y un poco de previsión por nuestra parte seguro que harán que se eviten la gran mayoría de situaciones de estrés para nuestros amigos peludos o no peludos.
Por:
Ferran Solanes
Colaborador Dto. Veterinaria
Etiqueta:perros, Veterinaria, Vuelta al Cole