Viajar y mascotas, ¿mala combinación?
Gracias a la necesidad de integrar las mascotas en nuestra sociedad de hoy en día podemos afirmar que hay distintas formas de dejar o de llevarnos a nuestras mascotas (comúnmente perro o gato) cuando realizamos nuestro viaje en la época de verano.
La solución más cómoda en el caso del gato si el viaje no es muy largo es dejarlo en casa proporcionándole un dispensador de agua y comida para varios días; su carácter fuertemente independiente hace que pueda permanecer en casa de una forma tranquila. Si por el contrario, nuestra mascota es un perro siempre podemos intentar que nos lo cuide un amigo al que le gusten los animales y preferiblemente al que nuestro perro ya conoce. También tiene que estar acostumbrado a las personas y animales que conviven en ella.
Cabe destacar que en Estados Unidos se ha puesto de moda la figura del cuidador profesional, tratándose de una persona encargada de sacar a pasear a tu perro, darle de comer, jugar con ella e incluso darle alguna medicación si fuera necesario. En Europa empiezan a haber empresas que dan este servicio pero uno de los inconvenientes principales con los que se encuentran, es que el propietario es reacio a dejar las llaves de su casa a un desconocido. Normalmente nos guiamos por esa empresa que ya ha utilizado algún amigo o familiar y que tienes referencias de que el servicio es correcto. En el caso de casas con jardín muchas veces no hace falta que esa persona entre en el domicilio siendo más fácil contratar este servicio.
Otra solución es llevar a la mascota a una residencia canina o felina. Es la opción más común si tus amigos no pueden acoger a tu mascota. El precio de este servicio varía en función del tamaño del perro y de las dimensiones de la jaula; puede variar de 15 a 25 euros el día aproximadamente y sabes que estará con personal cualificado buscando su confort y salud. Hoy en día han mejorado mucho y hay residencias que disponen de zonas habilitadas para que el animal pueda correr, servicio de peluquería y estética canina, etc.
En el caso muy recomendable de llevarnos nuestra mascota con nosotros de viaje, tendremos que tener en cuenta dos cosas: El transporte y el alojamiento.
Centrándonos en el transporte las opciones más frecuentes son el coche, el barco y el avión.
Si viajas en coche debes tener en cuenta la ley de tráfico y ponerle un arnés especial al perro que va sujeto al cinturón de seguridad del coche o usar un trasportín homologado.
Si viajamos en barco, hay unas jaulas habilitadas para ello, donde podremos visitarlo durante el viaje. Es recomendable dejarle agua en abundancia.
Los aviones han mejorado mucho su reticencia hacia los animales y ahora con algunas normas básicas (menos de cuatro horas de viaje y deben ser perros o gatos) nos ofrecerán la oportunidad de trasladar nuestra mascota en los viajes que decidamos hacer al mismo coste que nos gastaríamos en facturar una maleta. El viaje en la cabina junto a nosotros sólo puede realizarlo los animales de un peso alrededor de los 6 Kg.
Por último, hay unos hoteles y albergues que han habilitado espacios para los perros en las horas en que la familia no puede cuidarlo o no se encuentra en el hotel, ofreciéndote paseos conjuntos con otros cachorros y dueños; una de esas empresas es la plataforma Hot Dog Holidays que ofrece unos 35.000 hoteles, bungalows y apartamentos en Europa para evitar el abandono animal.
En conclusión, disponemos de suficientes opciones a nuestro alcance cómo para disfrutar nuestras vacaciones con nuestras mascotas o sin tener que preocuparnos por su bienestar mientras estamos fuera. Una mascota implica una responsabilidad, intentemos buscar la solución más apropiada a los problemas que nos surjan y contribuyamos en lo posible que cuando llegue el verano los casos de abandono animal vayan disminuyendo.
Por:
Ferran Solanes
Colaborador Dto. Veterinaria