¿Se puede resfriar mi perro? Todo lo que debes saber
Enero es un mes de gripes y resfriados. Hay que reforzar las defensas y evitar el frío, la humedad y los cambios bruscos de temperatura. Pero, ¿y nuestra mascota? ¿Se puede resfriar nuestro perro? ¿Es una enfermedad grave? ¿Debemos llevarlo al veterinario?
En este artículo te damos las claves para cuidar a tu cachorro en los meses más fríos del año. Descubre los síntomas más frecuentes, en qué casos debes llevarlo al veterinario y todo lo que puedes hacer para cuidarlo.
Nuestro perro sí se puede resfriar
Sí, igual que nosotros, nuestro perro también se puede resfriar y padecer durante una o dos semanas los síntomas que ya conocemos:
- Estornudos
- Congestión
- Mucosidad
- Tos
- Dificultades para respirar
- Ojos llorosos
- Pérdida de apetito
- Más somnolencia de la habitual
- Debilidad muscular
- Fiebre leve
- Malestar general y cambios en su comportamiento
No confundir el resfriado con otras enfermedades
Debemos prestar atención a nuestro perro porque algunos de estos síntomas podrían confundirse con otras enfermedades más graves, como la tos de perrera o el moquillo:
- Tos de perrera: Tiene unos síntomas muy parecidos a los del resfriado pero está causada por otros microorganismos. Afecta a la cavidad nasal, la tráquea, la laringe, las cuerdas vocales y los bronquios. Puede llegar a provocar una neumonía.
- Moquillo: Esta enfermedad es más grave, ya que afecta al sistema respiratorio y digestivo y es contagiosa entre animales. No tiene tratamiento, aunque la vacuna puede ayudar a prevenirlo. Algunos síntomas específicos para detectarlo con las secreciones con pus, vómitos y diarreas, lesiones en la piel y trastornos neurológicos.
¿Cuál es el tratamiento?
Si nuestro perro sufre varios de estos síntomas deberemos llevarlo al veterinario para que haga el diagnóstico y decida el tratamiento oportuno. Sobre todo si es mayor, si tiene problemas para respirar o fiebre o si los síntomas no desaparecen.
Solo en caso de que sufra alguna infección bacteriana necesitaría antibióticos, ya que la causa del resfriado es por un virus. En algunos casos, para aliviar los síntomas, el veterinario podría recetarle expectorantes y algún complejo vitamínico.
En cambio, si se trata de un cachorro sí que podría necesitar inmunoglobulinas, ya que su sistema inmunitario está todavía inmaduro.
En general, igual que nos sucede a nosotros, el resfriado pasará sin mayor importancia. No obstante, deberemos prestar más atención a sus cuidados durante estos días.
¿Y qué podemos hacer nosotros?
Podemos acelerar la curación de nuestro cachorro y aliviar su malestar con estos consejos:
- Mantenerlo alejado del frío: En estos días será más sensible a las bajas temperaturas. Es posible que busque la calefacción o algún lugar cálido para tumbarse.
- Evitar la humedad: La humedad, combinada con el frío, puede ser muy perjudicial. Debemos evitar que se moje e incluso secarle las patas después de los paseos.
- Paseos más cortos: No podemos dejar a nuestra mascota sin sus anhelados paseos. Pero sí podemos elegir las horas más cálidas del día y hacerlos más breves. Quizás él tampoco tenga tanta energía como de costumbre, por lo que deberemos dejar que descanse lo que necesite sin excitarlo o animarlo a jugar si no quiere.
- Tiene que beber: Durante el resfriado, es posible que tenga menos apetito y sed. Que coma menos no es tan grave como que deje de beber, por lo que deberemos ayudarle e insistirle. Si aún así se resiste, prueba a darle un poco de caldo de pollo o agua de coco natural.
- Aléjalo del humo y del polvo: Sobre todo si eres fumador, evita que tu perro esté cerca del humo para no dificultarle más la respiración.
Ahora ya sabes que tu perro se puede resfriar pero que con toda probabilidad superará esta afección en un máximo de dos semanas. No obstante, préstale atención y mímalo mucho durante estos días para que pase las molestias de la mejor manera posible.