¿Qué puedo hacer si mi gato tiene demasiado calor?
Llegan las épocas de más calor y no solo nosotros sufrimos las altas temperaturas. Nuestras mascotas también necesitan una ayuda para sentir un poco de alivio. En este artículo, vamos a referirnos a lo que podemos hacer cuando nuestro gato tiene demasiado calor.
Tampoco podemos olvidarnos de dos grandes riesgos para nuestros felinos en esta época: la deshidratación y la insolación. Por ello es fundamental tener en cuenta algunas precauciones para que el verano no nos acarree ningún disgusto y podamos disfrutarlo en familia.
Las olas de calor y nuestras mascotas
Con el buen tiempo pueden llegar algunas repentinas olas de calor incluso antes de que empiece el verano. Estas nos pueden coger desprevenidos tanto a nosotros como a nuestras mascotas. Es el momento de tomar algunas precauciones y estar más pendientes que nunca de nuestro gato. En especial, si le gusta tomar el sol y tiene la posibilidad de salir al exterior.
A los gatos, en general, les gustan los climas cálidos y tenemos la tranquilidad de que son animalitos astutos y capaces de mantenerse frescos por si solos. En este sentido, corren menos riesgo que los perros.
No obstante, una ola de calor siempre es un riesgo tanto para las personas más vulnerables como para nuestros amigos de cuatro patas, ya que ellos no sudan y por tanto no pueden regular la temperatura de ese modo. Por ello, conviene tener en cuenta estos sencillos consejos para evitar sustos innecesarios.
Consejos para evitar que nuestro gato tenga demasiado calor
¿Van a subir las temperaturas? Entonces toma nota de estos consejos:
- Evita que tu gato salga al exterior en las horas de máximo calor, es decir, entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde.
- Para prevenir la deshidratación, proporciónale agua fresca varias veces al día y en distintos lugares de la casa.
- Es posible que, aunque haga calor, nuestro gato quiera tomar el sol. Pero nosotros nos ocuparemos de dejar las puertas abiertas para facilitarle el acceso a lugares frescos.
- Siempre que haga más calor dentro de casa que fuera, dejaremos las ventanas abiertas para que haya ventilación.
- Cepillar a nuestro felino a menudo nos ayudará también a mantenerlo fresco. Además, si tiene el pelo largo podemos valorar recortárselo un poco, al menos la zona del abdomen.
- Si vas a viajar con tu gato, nunca lo dejes solo en el coche y asegúrate de que el transportín sea seguro, con ventilación y sin la luz solar directa.
Trucos para mantenerlo fresco
Además de estos consejos, hay algunos trucos caseros sencillos para mantener fresco a nuestro felino:
El ventilador y la botella de hielo
En primer lugar, si tenemos un ventilador podemos recurrir a este sencillo truco. Solo tenemos que ponerlo en el suelo para que nuestra mascota lo tenga a su alcance. Delante del ventilador pondremos una botella de agua congelada. Este sistema es lo más cercano a un aire acondicionado para nuestro gato y seguro que disfrutará estando cerca.
Toallas húmedas
Las toallas o paños húmedos son una opción inmediata y económica para refrescar a nuestro gato. Solo tenemos que humedecerlas en agua fresca y aplicar sobre sus zonas más sensibles: ingles, axilas, cuello y cabeza. Como alternativa, también podemos poner la toalla en el suelo para que se tumbe encima y se refresque el abdomen.
Jugar con cubitos
A nuestros felinos les encanta jugar y los cubitos pueden ser un excelente entretenimiento para los días más calurosos. Mientras jugamos con él, aprovecharemos para pasárselos por la nariz, por las axilas y por el cuello. Además, también podemos ponerle algunos en el agua si vamos a estar fuera.
Conoce los síntomas de un golpe de calor
Además de todos estos consejos, también es importante conocer cuáles son los síntomas habituales de un golpe de calor. Solo de este modo podremos actuar a tiempo. No dudes en acudir rápido al veterinario ante estas señales en tu gato:
- Respiración acelerada o agitada.
- Taquicardia.
- Piel más caliente de lo habitual. También puede tener un tono azulado o manchas rojas.
- Ojos brillantes.
- Temblores y vómitos.
- Exceso de saliva y encías de color azulado.
No obstante, no olvides que lo más importante siempre es mantener la calma. De este modo podremos actuar con sentido común y lo antes posible para así ayudar a nuestra mascota a recuperarse.