Más allá de la odontología, fisioterapia sin fronteras
La articulación temporo-mandibular, abreviada como “ATM”, es la articulación que se forma entre el cóndilo de mandíbula (maxilar inferior) y el cóndilo temporal (hueso temporal del cráneo) que hace posible los diferentes movimientos como abrir y cerrar la boca; localizada delante de la oreja y a cada lado de la cabeza. Dicha articulación es indispensable para poder hablar, masticar, deglutir, bostezar y en diversas expresiones faciales.
Estudios recientes en los que intervienen diferentes profesionales sanitarios formados por odontólogos, maxilofaciales y fisioterapeutas sobre la Articulación Temporo-Mandibular (ATM), constatan y revelan que determinadas dolencias son derivadas de la intrínseca relación que mantienen todas las estructuras musculares y óseas del cráneo, el cuello, la cabeza y la clavícula, así como los dientes. Por lo tanto, una alteración en la mordida o en la articulación temporo-mandibular pueden acarrear modificaciones sustanciales que se traducen en desequilibrios en el grupo muscular anterior, lateral o posterior, causando cervicalgias y/o dorsalgias, entre otros problemas, o a la inversa, si hay problemas en estas partes anatómicas, incluso repercutir en zonas bastante alejadas de la boca.
Con la introducción de nuevos métodos diagnósticos como la resonancia magnética (RM), la tomografía computarizada (TAC) y la gammagrafía ósea, se ha mejorado la capacidad diagnóstica de la patología articular.
Los principales motivos en las alteraciones de la ATM son variados y en muchos casos muy simples como por ejemplo: llevar obturaciones de amalgama demasiado grandes, lesiones cariogénas profundas, prótesis mal ajustadas o por desajustes musculares, la mala oclusión o posicionamiento incorrecto de los dientes. El abanico de síntomas va desde vértigos, dolor persistente en la musculatura trapezoidal, dolor facial, problemas para abrir la boca y sus consecuencias derivadas para comer y/o masticar, dolor de cabeza de origen vascular.
La disfunción de la ATM puede aparecer en cualquier momento de la vida, a los 2 años se halla en proceso de formación, hasta los 13-14 años en proceso de crecimiento y formación, a los 25-29 años todavía continúa creciendo y después inicia su deterioro antes que cualquier articulación del cuerpo.
Hasta la actualidad la solución pasaba por la correcta alineación dental con tratamiento de ortodoncia, extracción de los terceros molares y el restablecimiento del equilibrio de la musculatura mandibular con férulas de descarga que también evitan el bruxismo. Las últimas tendencias terapéuticas incluyen a profesionales fisioterapeutas y osteopatas que complementan los tratamientos de forma integral y desde la concepción holistica del ser humano como un todo indivisible de sus diferentes partes anatomofisiológicas.
Por:
Iolanda Muñoz
Docente Rama Sanitaria
Etiqueta:Dental, Fisioterapia