9 consejos para lavar a la mascota
El concepto de la mascota como un miembro más de la familia y un estilo de vida cada vez más familiar y doméstico hace que la preocupación por sus cuidados e higiene vayan en aumento.
Los cuidados básicos pasan por el cepillado diario y el baño. Para realizar éste, tenemos la opción de dejarlo en manos de peluqueros profesionales, pero si por cualquier razón preferimos hacerlo nosotros mismos, vamos a daros algunos consejos.
- Quizás la pregunta más realizada. No hay una frecuencia perfecta, pero de manera estándar, a no ser que nuestra mascota tenga algún problema para el que nuestro veterinario nos haya aconsejado baños muy frecuentes, podremos bañar a nuestro amigo una vez al mes más o menos. Deberemos tener en cuenta si usamos pipetas, las instrucciones del fabricante para no perder su efecto.
- Es importante usar champús específicos de veterinaria, ya que la piel es considerablemente diferente a la de las personas, por lo que las características de los champús humanos, como el ph, los espesantes o la concentración, no son adecuados para el pelaje de las mascotas. Dentro de los productos veterinarios, también deberemos escoger el que más se ajuste a las necesidades de nuestra mascota, existen para pelo largo, corto, para potenciar diferentes colores, o simplemente un champú de uso frecuente. Existen en el mercado gran variedad de productos que también pueden ayudarnos con leves problemas de piel como picores o irritaciones, que van enriquecidos con aloe vera o avena para aliviar estos síntomas, así como champús hipoalergénicos si nuestra mascota sufre de alergias, o antiparasitarios, si tenemos problemas con pulgas y garrapatas o para prevenirlas.
- Cepillado previo. Es muy aconsejable cepillarlos antes del baño. Así eliminaremos más cantidad de pelo muerto y eliminaremos los nudos que puedan tener, que dificultan la dispersión del champú y la formación de espuma.
- Agua templada. Será mucho más agradable para nuestro amigo, por lo que la experiencia del baño será más relajada. Además, el agua templada favorece la acción de los champús quedarán más limpios y duran así más tiempo.
- Diluir el champú. Como ya hemos comentado, la mayoría de los champús para mascotas son muy concentrados para poder diluirlos con agua y que así penetre mejor en el pelaje y su distribución sea más fácil.
- Cuidado con los oídos. Es importante evitar que entre agua en el conducto auditivo. Para evitarlo podemos poner tapones de algodón mientras dura el baño para que entre menos cantidad de agua. Una vez finalizado, retirarlos y secar bien los oídos con la toalla o con una gasa.
- Bien seco. El secado es muy importante para evitar acúmulos de humedad que pueden favorecer infecciones de piel. Usaremos una toalla limpia para el primer secado y lo completaremos con el secador. A una distancia prudencial para no quemar a nuestra mascota y con mucha paciencia para que no se asuste con el ruido.
- Champú en seco. Si nuestra mascota no soporta el agua, o no podemos mojarla por alguna razón, siempre nos queda la opción del champú en espuma. Se aplica en seco y se eliminan los restos con un buen cepillado.
- Lo más importante es que el baño no sea una experiencia traumática. Lo más eficaz para que nuestras mascotas no tengan miedo al baño es acostumbrarlas desde cachorro, para que lo vean como algo habitual de su rutina, y sobre todo, premiar después y durante el baño, para que lo relacionen con cosas que le son agradables.
Con estos consejos, ya podemos disfrutar del momento del baño con nuestros compañeros y esperemos que mantenerlos limpios y sanos sea un poquito más fácil para nosotros.
Mª Isabel Fernández
Docente de Veterinaria
Etiqueta:Cuidado del animal, peluquería canina