Una imagen ¿bien vale un diagnóstico?
El significado de diagnóstico proviene del griego, día-, “a través”, y gnosis, “conocimiento” o “apto para conocer”, así pues, hace referencia en general al análisis que se realiza para determinar la enfermedad. Esta determinación se realiza mediante la exploración médica, los datos y hechos recogidos (signos y síntomas), que permiten juzgar mejor qué es lo que está pasando.
El diagnóstico por la imagen, es un conjunto de técnicas y procesos usados para crear imágenes del cuerpo humano, o partes de él, con propósitos de revelar, diagnosticar o examinar enfermedades, o para la ciencia médica en el estudio anatómico.
Dentro de las diferentes pruebas diagnósticas por la imagen, encontramos:
Resonancia magnética nuclear (RMN), técnica que usa imanes de elevada potencia para polarizar y excitar núcleos de hidrógeno en las moléculas de agua de los tejidos, produciendo imágenes en 2 dimensiones del cuerpo.
Tomografía axial computarizada (TAC o escáner), técnica digital que produce una imagen en 2 dimensiones de las estructuras de una sección delgada transversal del cuerpo.
La tomografía por emisión de positrones (PET), usada para detectar ciertas enfermedades del cerebro. Técnica similar al escáner o TAC, pero con mejor precisión y definición de imagen.
La radiología se ocupa de generar imágenes del interior del cuerpo mediante los rayos X. Las radiografías pueden ser simples o con contraste para ayudar a mejorar la imagen. En la actualidad se está imponiendo la radiología digital que reduce la exposición de rayos X al paciente.
La gammagrafía es una prueba diagnóstica basada en la imagen que producen las radiaciones generadas tras la inyección o inhalación en el organismo de sustancias que están marcados por un isótopo radiactivo. La emisión radiactiva es captada por un aparato detector llamado gamma-cámara que procesa los datos recibidos que servirán para formar una imagen tridimensional.
Las radiaciones electromagnéticas ionizantes son aquellas radiaciones con energía suficiente para ionizar la materia, extrayendo los electrones de sus estados ligados al átomo. Son ionizantes los rayos X y gamma, muy usados en el ámbito sanitario para pruebas diagnósticas. La exposición prolongada a este tipo de radiaciones puede producir serias alteraciones celulares y/o tisulares.
Las radiaciones electromagnéticas no ionizantes son ondas o partículas que no son capaces de arrancar electrones de la materia, encontramos como radiación no ionizante el microondas, el láser y la resonancia magnética. Al ser energías bajas producen menos daños en las células y los tejidos.
Por:
Iolanda Muñoz
Docente Rama Sanitaria
Etiqueta:enfermedad crónica, Enfermería, salud