¿Las enfermedades físicas están relacionadas con nuestras emociones?
Entre los meses de otoño e invierno algunas personas pueden sentir un estado de ánimo más bajo con tendencia a la tristeza, la apatía o la nostalgia. En algunos casos, estos podrían derivar en problemas de salud, lo cual nos lleva a plantearnos si las enfermedades físicas pueden estar relacionadas con nuestras emociones.
Numerosos autores han escrito sobre esta teoría e incluso han llegado a vincular cada patología con una determinada emoción o particularidad de nuestra personalidad. En este artículo hablamos sobre esta perspectiva con el fin de poder comprender un poco más como funciona el cuerpo humano, así como algunos consejos para terminar el año con emociones positivas.
La salud emocional
Desde mediados del siglo pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define el concepto de salud como el «estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». No obstante, cada vez hay más voces a favor de incluir el bienestar emocional en esta definición.
¿Cuál es la dificultad para incluir el factor emocional en el concepto de salud? Aunque todos sabemos que las emociones positivas o negativas influyen en nuestro bienestar, es todavía una perspectiva muy subjetiva y con poca base científica.
¿Qué dicen los estudios?
A pesar de esta dificultad para confirmar la relación entre las emociones y la salud, algunas investigaciones sí que han arrojado resultados positivos. Por ejemplo, los niveles altos de estrés o angustia pueden bajar nuestras defensas y predisponernos a sufrir infecciones víricas y otras enfermedades físicas. De hecho, esto es algo que habremos podido comprobar con nuestra propia experiencia.
En definitiva, este y otros estudios establecen los siguientes efectos de las emociones negativas en nuestra salud:
- Mayor tendencia a la inflamación.
- Debilitamiento del sistema inmunitario.
- Problemas cardiovasculares.
En este sentido, también hay que tener en cuenta que estos estados emocionales pueden llevarnos a buscar un alivio en malos hábitos como el tabaco, el alcohol, el sedentarismo o una alimentación poco saludable, los cuales también perjudican a nuestra salud física.
Beneficios de las emociones positivas
La buena noticia de esta perspectiva es que, del mismo modo que las emociones negativas nos pueden predisponer a enfermar, las positivas podrían mejorar nuestra salud de diferentes maneras:
- Nos dan motivación para mantener un estilo de vida saludable.
- Reducen el riesgo de sufrir estrés.
- Facilitan un buen descanso nocturno.
- Previenen los desequilibrios hormonales, inmunitarios y cardiovasculares.
- Ayudan a disminuir afecciones inflamatorias y dolorosas.
- Retrasan el envejecimiento.
Consejos para terminar el año con emociones positivas
Ahora que ya sabemos un poco más sobre los sorprendentes efectos de las emociones en nuestra salud es el momento ideal para aplicarlo a nuestra vida. Estamos a tiempo de terminar el año de una manera positiva para empezar el siguiente con salud y bienestar.
- Aprovecha esta época del año de entretiempo para disfrutar de excursiones al aire libre siempre que puedas.
- Rodéate de familiares, amigos y seres queridos que te aporten alegría y tranquilidad.
- El anochecer temprano no es motivo para la tristeza sino para estar en familia o disfrutar de un tiempo solo cada noche.
- Combate las emociones negativas con la actividad física que necesites, ya sea de intensidad o de relajación.
- Proponte metas a corto y largo plazo para realizar todo aquello que siempre has querido.
- Sigue un estilo de vida saludable y también sé generoso contigo mismo para darte caprichos y hacer excepciones.
- Atrévete a salir de la rutina y abre la puerta a nuevas aficiones y aventuras.
- Dedica una parte de tu tiempo a ayudar a los demás.
- No olvides que la alimentación también influye en las emociones.
- Y, por último, valora todo lo que tienes.
Bibliografía
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