Cada vez que tengamos la oportunidad de salir de excursión con nuestro perro le daremos una gran alegría y, además, le ayudaremos a mantenerse en forma. Los paseos diarios son fundamentales pero, siempre que sea posible, debemos buscar la manera de poderle dedicar más tiempo fuera de casa.

Para asegurarle una buena salud y calidad de vida, es importante que realice actividad física. No obstante, también es imprescindible estimularlo a nivel mental, algo que forma parte de su aprendizaje y desarrollo. ¡Te damos algunas ideas!

Actividades al aire libre

Estas actividades no solo son positivas en muchos sentidos para nuestra mascota. También son la excusa perfecta para que nosotros salgamos y hagamos deporte. Y, por encima de todo, van a reforzar el vínculo que tenemos con nuestro cachorro. Sin duda, un regalo que nos debemos hacer siempre que podamos.

• Lanzamiento de frisbi

Empezamos por un clásico que es un paso más respecto al lanzamiento de pelota. Al jugar con el frisbi añadimos un componente de complejidad, ya que vamos a promover la concentración de nuestro perro, que estará muy atento al movimiento particular de este juguete, así como su agilidad.

Debemos empezar por uno que sea blando hasta que se acostumbre, a poder ser que sea especial para perros.

• Rastreando el premio escondido

Este juego lo podemos realizar al aire libre o en cualquier terraza o jardín. Consiste en esconder uno o varios premios (algo que ya conozca y le guste) de manera que solo lo pueda encontrar mediante el olfato. Siempre que juguemos usaremos palabras parecidas y lo iremos animando que se acerque al premio escondido. ¡Las felicitaciones finales serán tan importantes para él como el propio premio!

• Circuitos de agilidad

Tanto si tienes la suerte de disponer de un espacio al aire libre en tu casa como si vas de excursión a menudo, una opción para estimular a tu perro son las pruebas de agilidad. Tú mismo puedes prepararle un recorrido para que haga ejercicio físico y mental.

Puedes usar conos, cajas de plástico, taburetes o aros o hula-hoops. En cambio, si vas de excursión, deja volar tu imaginación con rocas, árboles, ramas, etc. A partir de ahí, guía a tu cachorro para que repita un mismo circuito, siempre con la debida recompensa final, por supuesto.

• Escondite

El escondite es un juego que no pasa de moda entre los niños. No obstante, jugar con nuestro perro puede ser un excelente estímulo para sus sentidos, tanto para su olfato como para su oído. Pero, además, también lo acostumbrarás a estar siempre pendiente de ti.

El lugar ideal sería un bosque, ya que así te podrás ir escondiendo durante el paseo detrás de troncos, piedras, arbustos, etc. Aprovecha cuando tu perro vaya por delante para ocultarte y llámalo con un discreto silbido. Podrás silbar más fuerte o llamarlo si ves que se aleja.

• Pelotas y globos incontrolables

A los perros les encantan las pelotas de todo tipo porque les permiten gastar mucha energía y disfrutar con sus movimientos incontrolables. Por ello, siempre querrán apuntarse a cualquier partida de fútbol, baloncesto, tenis, etc. Por ello, llévate siempre una pelota y enséñale lo que quieres que repita contigo.

Prueba también con los globos, ya que algunos cachorros los disfrutan mucho. Algunos puede que se asusten al explotarlos, mientras que otros no descansarán hasta conseguirlo.

• Aventuras acuáticas

Siempre que sea posible, sobre todo en días calurosos, no dudes en llevar a tu perro a la playa o al río. Con las debidas medidas de seguridad, el agua le ofrece una dosis extra de esfuerzo y novedad. Además, puedes llevarle juguetes flotantes o esconderle otros bajo la arena para que los encuentre.

El aprendizaje de cada día

Por último, no te olvides que tu cachorro está, desde el primer día, en continuo aprendizaje. Él es siempre como un niño deseando aprender y orgulloso de demostrarte lo que sabe hacer. Por ello, comunícate con él, enséñale cada día nuevas palabras, indicaciones, rutas… Inventa tus propios juegos según sus gustos y su personalidad. ¡Os sorprenderéis el uno al otro!