¿En qué situaciones no se recomienda el masaje terapéutico?
El masaje es una terapia a la cual recurrimos muchas personas para relajarnos y combatir las tensiones que acumulamos a lo largo de la jornada. También es una excelente herramienta para ayudar en la recuperación de determinadas lesiones.
Sin embargo, el masaje no es recomendable en todos los casos. En este caso te detallamos estas excepciones para que sepas cuándo deberías prescindir de esta terapia para no conllevar riesgos a tu salud.
¿Cuando deberíamos prescindir del masaje terapéutico?
Enfermedades agudas
Si estamos sufriendo una enfermedad aguda, aunque no sea grave, debemos esperar a recuperarnos, tanto por nuestra salud como por el riesgo de contagio. Un ejemplo sería cuando padecemos infecciones o inflamaciones repentinas, como pueden ser gripes o gastroenteritis, por ejemplo.
En especial, nos referimos a afecciones que conllevan fiebres (más de 38ºC), congestión, vómitos o diarreas. En estos casos, el cuerpo requiere más reposo que manipulación, además de que será difícil que consigamos relajarnos en ese estado.
Afecciones de la piel
Las afecciones de la piel que se caracterizan por una inflamación o infección son un inconveniente para recibir un masaje terapéutico. Las diferentes técnicas pueden aumentar la sensibilidad cutánea y empeorar alergias, hongos, irritación, etc. En cambio, las dermatitis de origen nervioso o los queloides no son una contraindicación para esta terapia.
No obstante, si es una zona localizada, podemos comentarlo con el masajista con anterioridad. También le informaremos de cualquier alergia que tengamos, en especial si el terapeuta va a usar algún producto como geles o aceites.
Además, en este punto también nos referimos a las úlceras internas o externas y las quemaduras en la piel de cualquier grado. En ambos casos se evitarán las zonas afectadas, aunque en muchos casos sí se puede masajear alrededor, siempre con la aprobación del médico.
Hemorragias
El masaje terapéutico está contraindicado en caso de sufrir cualquier enfermedad relacionada con hemorragias, más allá del tamaño o la causa de estas. Pueden ser hemorragias pequeñas, conocidas como petequias, o bien hematomas. En cualquier caso, tanto si son externas como internas, nos abstendremos de la terapia.
En este apartado incluimos también a las mujeres en los días del periodo. Se recomienda esperar a que finalice, o al menos evitar los días de máximo sangrado, en especial cuando se manipulan las extremidades inferiores.
Embarazo y posparto
Desde el momento que la mujer descubre que está embarazada debe conocer todo aquello que debe evitar durante la gestación. Entre las contraindicaciones, destacamos también la del masaje, el cual podría poner en riesgo la salud del feto.
Algunos especialistas son más permisivos y solo recomiendan evitar la zona del vientre y las lumbares. En cambio, sí destacan los beneficios relajantes de masajear las piernas, las caderas o los hombros. En este caso, siempre deberemos consultar con nuestro médico y elegir a un buen profesional especializado en este masaje en particular.
Durante el posparto, o al menos durante la cuarentena, tampoco se recomienda el masaje. No obstante, sí se podría manipular la parte superior del cuerpo.
Lesiones traumáticas recientes
Como hemos dicho al principio del artículo, el masaje nos puede ayudar a recuperarnos de una lesión. No obstante, no nos referimos a la etapa inicial, en la cual sufrimos todavía la inflamación y el dolor fruto de algún traumatismo como puede ser un esguince, desgarro, hernia o rotura de hueso, por ejemplo.
En cambio, una vez superada la fase de dolor, inflamación o cicatrización ósea, y siempre con el consentimiento médico, podemos recurrir al masaje especializado para favorecer una buena recuperación. Además, si el periodo de convalecencia es largo, con el masaje podremos ayudar a mantener el tono muscular y articular.
Lesiones vasculares importantes
En este punto nos referimos a quienes padecen flebitis o trombosis venosa profunda. En este caso, la activación de la circulación que produce el masaje podría conllevar riesgos muy altos para nuestra salud.
Por último, siempre recomendamos consultar con nuestro médico antes de optar por el masaje terapéutico si sufrimos hipertensión arterial o taquicardia. Solo con estas precauciones podremos disfrutar y beneficiarnos de esta técnica.