En esta época del año, las infecciones de la piel pueden ser más frecuentes de lo habitual. Tanto por la exposición al frío y el viento de invierno como a causa de los cambios de temperatura a medida que se acerca la primavera. 

En este artículo hablamos de las infecciones de la piel y de cómo podemos prevenirlas con algunos consejos. ¡Sigue leyendo! 

Las infecciones de la piel 

¿Sabías que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo? En general, no solemos prestarle mucha atención hasta que sufrimos algún problema cutáneo o bien cuando empiezan a aparecer las primeras arrugas, estrías, celulitis, etc. 

Pero debemos saber que la piel, además de ser la parte visible de nuestro cuerpo, cumple muchas funciones, como por ejemplo protegernos de los gérmenes. En alguna ocasión, puede suceder que algún virus, bacteria, hongo o parásito penetre en la piel y nos cause una infección. La detectaremos porque nos causará picor, enrojecimiento, hinchazón, dolor o incluso pus. 

Ante estos síntomas siempre deberemos acudir al médico. El personal de enfermería será quien confirme la infección para proceder al análisis necesario y así determinar su origen. 

Factores de riesgo 

Si te encuentras en alguna de estas situaciones debes saber que tienes un mayor riesgo de sufrir infecciones en la piel: 

• Personas adultas 
• Mala circulación 
• Desequilibrios en el sistema inmunitario 
• Desnutrición 
• Obesidad 
• Sedentarismo 

Consejos para cuidar la piel y prevenir las infecciones 

Podemos cuidar la piel todo el año para ayudar a prevenir infecciones y otros problemas cutáneos. No solo por estética, sino también por salud. 

1. Hidratación por dentro y por fuera 

• Es conveniente mantener la piel hidratada, sobre todo si tenemos la piel seca o con problemas como eczemas o psoriasis. En estos casos usaremos cremas nutritivas específicas. Si, por el contrario, tenemos la piel muy sensible, elegiremos las que estén libres de perfumes y otros componentes irritantes. 
• La piel también se debe hidratar desde dentro. Por tanto, tendríamos que beber agua a lo largo del día y fuera de las comidas. 
• Si vivimos en una zona de clima seco o nuestra piel está deshidratada, podemos poner en casa un humidificador. 
• Si tenemos calefacción intentaremos no sobrepasar los 22 grados centígrados. 
• Si nos vamos a exponer al sol utilizaremos una crema solar con el factor de protección adecuado para nuestro tipo de piel. Este consejo no es solo para la playa, sino también para la montaña o incluso en nuestro día a día si pasamos tiempo al aire libre. 

2. Cuidado de la piel en el baño 

• Mucho cuidado con abusar del agua caliente en la ducha. Es mejor ponerla más tibia e incluso alternarla con un poco de agua fría. 
• En el momento del baño, el jabón que utilicemos para la piel también es muy importante. Debería tener un pH neutro o bien ser específico para nuestro tipo de piel. 
• Al salir de la ducha, nos secaremos muy bien todo el cuerpo para que no quede nada de humedad. 

3. La ropa adecuada 

• Aunque en esta época todavía hace frío, es importante que la ropa que usemos sea transpirable. Y, si tenemos la piel muy delicada, optaremos por tejidos naturales como el algodón. 
• Un avance muy interesante en este sentido es el uso de fibra de cobre para elaborar prendas como ropa interior o calcetines. El cobre tiene propiedades que previenen y combaten hongos y bacterias. 

4. Alimentos beneficiosos para la piel 

Por último, una dieta equilibrada siempre será beneficiosa en cualquier problema de salud. En este caso, algunos alimentos pueden ayudarnos a cuidar la piel desde dentro: 

• Frutas cítricas 
• Frutos rojos 
• Hortalizas como el tomate y la zanahoria 
• Vegetales de hoja verde como la lechuga, la rúcula, el apio, el berro o la acelga. 
• Cereales integrales 
• Pescado azul 
• Carne 
• Huevo 
• Aceite de oliva virgen extra 
• Frutos secos y semillas 
• Aguacate 
• Levadura de cerveza 

Con esta información y estos consejos podrás ayudar a prevenir las infecciones de la piel, al mismo tiempo que la mantienes bonita y saludable para lucirla cuando llegue el verano.