Beneficios de montar a caballo para la salud
Cuando hablamos de montar a caballo no nos referimos solo a la equitación profesional. Montar a caballo como hobby, por placer, puede aportarnos grandes beneficios para el cuerpo y la mente. Incluso el contacto con estos nobles animales existe como terapia para mejorar algunos trastornos.
En este artículos hablamos de los beneficios de montar a caballo para la salud. ¡No dejes de probar esta actividad que puede ser también una herramienta terapéutica!
El vínculo con el caballo y el entorno
Para empezar, el beneficio más evidente pero no por ello menos destacable es el vínculo tan especial que creamos con el caballo cuando lo montamos. La relación con el animal asegura el éxito de la experiencia.
Además, montar a caballo es una actividad al aire libre con la cual nos permitimos un rato de desconexión, ya que nos obliga a centrar la atención en el movimiento. De este modo, no podemos estar pendientes de las preocupaciones del día. Pero, además, ¿qué beneficios nos aporta montar a caballo a nivel físico y psicológico?
Beneficios de montar a caballo para la salud
Beneficios físicos
Quien crea que montar a caballo no requiere esfuerzo físico o es una actividad pasiva es porque no ha probado esta disciplina. Las características del movimiento activan diferentes partes y funciones de nuestro cuerpo que repercuten de manera muy positiva en nuestra forma física:
- Trabaja el equilibrio tanto horizontal como vertical.
- Mejora la postura corporal gracias a este control continuo del equilibrio, el cual debemos mantener con el torso erguido.
- Favorece la circulación sanguínea.
- Promueve el tono muscular, sobre todo de abductores, glúteos, hombros, espalda y abdominales.
- Combate las contracturas musculares.
- Potencia la coordinación motriz y los reflejos.
- Ayuda a quemar calorías y a adelgazar, ya que también puede ser un ejercicio cardiovascular según la velocidad, intensidad y duración.
Beneficios psicológicos
Además de todos estos beneficios que nos ayudan a ponernos en forma, montar a caballo es un método muy efectivo a nivel psicológico:
- Mejora la atención, la concentración y la memoria.
- Potencia la autoconfianza, el autocontrol y la autoestima.
- Promueve sentimientos de respeto y responsabilidad por el control que ejercemos sobre el caballo.
- Combate los estados nerviosos como el estrés o la ansiedad, gracias al movimiento y al contacto con la naturaleza.
Equinoterapia, una herramienta terapéutica
Los efectos de montar a caballo, tanto físicos como psicológicos, nos permiten ir mucho más allá de una simple actividad para sentirnos bien. El carácter noble y obediente de este animal, así como las características de este deporte, han permitido la aparición de diferentes terapias que engloba la equinoterapia.
Esta terapia ha demostrado resultados positivos en la rehabilitación de niños y adultos en diferentes ámbitos: neuromuscular, psicológico, cognitivo y social. Por ejemplo, se utiliza en niños con autismo o trastornos de comportamiento. En este sentido, es una gran herramienta terapéutica para aprender a expresar y gestionar las emociones, a sentir empatía y a promover valores como el respeto y la responsabilidad.
Contraindicaciones de montar a caballo
Por último, como cualquier otra actividad física, montar a caballo está contraindicado para personas que sufren determinados estados o problemas de salud. En estos casos, siempre lo consultaremos antes con nuestro médico:
- Insuficiencia cardíaca.
- Incontinencia urinaria.
- Problemas óseos importantes, como alguna fractura u osteoporosis.
- Artrosis que dificulte la movilidad articular.
- Alergia a los animales.
- Fobia a la altura o a los animales.
- Embarazo.
Si vamos a practicar este deporte con frecuencia deberemos tener en cuenta que hay músculos que no trabajamos y que deberíamos ejercitarlos para compensar. Por ejemplo, los tríceps, los pectorales, parte de las abdominales y de los muslos, etc.
Para acabar, lo que no debe preocuparnos es si después de la primera sesión tenemos unas agujetas importantes. ¡Es señal de que hemos activado músculos poco trabajados.