7 consejos de salud para cuidar las vías respiratorias
Nos encontramos en las semanas más frías de invierno y deberíamos cuidar nuestras vías respiratorias. Las afecciones respiratorias son frecuentes en esta época del año y es más efectivo prevenirlas a tiempo que tenerlas que tratar después. Además, en algunos casos pueden complicarse y volverse crónicos.
En este artículo te explicamos cómo puedes cuidar las vías respiratorias de manera sencilla para prevenir enfermedades como el resfriado, la faringitis, la bronquitis o la neumonía, entre otras.
Enfermedades de las vías respiratorias
Estamos en pleno invierno y es habitual que haya siempre alguien con tos, estornudos o congestión, síntomas frecuentes de las enfermedades respiratorias.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de las vías respiratorias? Estas abarcan desde las fosas nasales hasta los bronquios y pulmones, pasando por la faringe, la laringe y la tráquea.
¿Y cuál es el origen de estas patologías? En su mayor parte, estas infecciones tienen como causa un virus, aunque en algunos casos pueden ser bacterias.
Consejos para cuidar las vías respiratorias
1. Evitar el contagio
La mejor manera de evitar el contagio es no estar demasiado cerca de las personas que sufran una infección respiratoria. Debemos tener en cuenta que estas se transmiten a través de gotas de saliva minúsculas que están en el aire pero también en las manos de las personas. Por ello, es fundamental ser exigentes con las medidas de higiene.
La persona afectada debe tomar conciencia de la posibilidad de contagiar a los demás. Podría, por ejemplo, usar mascarilla. Además, lavarse las manos con frecuencia y cubrirse al estornudar.
2. La mejor vacuna es una buena alimentación
Hoy en día no existe ninguna vacuna eficaz contra los virus respiratorios, a excepción de la gripe. Por este motivo, la mejor manera de fortalecer nuestro organismo y subir las defensas es una alimentación equilibrada.
Algunos alimentos beneficiosos son los siguientes:
- Frutas cítricas
- Ajo y cebolla
- Miel de abeja
- Verduras de hoja verde
- Aguacate
- Aceite de oliva
- Cúrcuma
3. Beber mucho líquido
Beber agua durante el día, así como zumos caseros e infusiones, es un buen hábito muy recomendable para nuestra salud en general. Además, en el caso de las vías respiratorias nos permitirá a mantenerlas hidratadas. En especial, si tenemos tos por la noche, beber un vaso de agua antes de acostarnos nos ayudará a relajar las vías respiratorias.
4. Eliminar los malos hábitos
La visita y seguimiento médico son siempre imprescindibles, sobre todo si sufrimos una enfermedad respiratoria crónica. Además, el profesional de enfermería nos ayudará a buscar un estilo de vida más saludable y a eliminar los malos hábitos que más nos perjudican, como por ejemplo el tabaco y el alcohol.
5. Combatir el sedentarismo
Realizar ejercicio físico de manera habitual es una manera de mantener las vías respiratorias activas y saludables. Con el esfuerzo, nuestro cuerpo necesitará más oxígeno, y el sistema respiratorio es el encargado de introducirlo en el organismo para producir energía a la vez que elimina el dióxido de carbono de la sangre.
No obstante, si tu ritmo de vida es muy sedentario, deberías empezar de manera gradual. Es preferible hacer sesiones cortas de intensidad media e ir aumentando a medida que nuestro cuerpo se adapte.
6. Suero para la mucosidad
Uno de los primeros síntomas más frecuentes en las enfermedades respiratorias es la mucosidad. Si no tenemos ninguna otra molestia es posible que se trate de un simple resfriado. En esos momentos, podríamos usar suero fisiológico para limpiar la mucosidad y aliviar la congestión nasal.
7. No automedicarnos nunca
Automedicarnos cuando notemos algunos síntomas es un grave error que puede comportar riesgos para nuestra salud. Además, en el caso de los antibióticos, solo son efectivos en caso de ser una infección bacteriana. Por tanto, tomarlos de manera indebida puede provocar resistencias en nuestro organismo, además de perjudicar a nuestro intestino.
Ahora ya conoces 7 consejos para cuidar las vías respiratorias y prevenir a tiempo las infecciones tan habituales de los meses más fríos. Incorpóralas a tu vida diaria, sobre todo si es una parte sensible de tu organismo.